Nuestros sabios explican, que esta pelea fue la preparación para el encuentro de Jacob con Esav y se trata de la bendición que recibió Jacob de su padre Isaac.
En esta pelea el ángel de Esav, trata de debilitar a Jacob mostrándole que él no merece la bendición de Isaac, pero al final cuando el ángel se da cuenta que él no puede vencer a Jacob, entonces reconoce que Jacob si merece las bendiciones de su padre Isaac y por eso, le bendice y le da el nombre Israel, lo que significa que Jacob puede superar los conflictos espirituales, celestiales y también los materiales mundanos.
Por medio de esta pelea y en la forma que Jacob venció al ángel nos aclara que nuestra función en este mundo como pueblo judío es tener firmeza y fortaleza para poder autocontrolar todas las tentaciones que se nos presentan en la vida espiritual y material para lograr crecer y progresar en todos los aspectos de nuestra vida con muchos valores y principios.